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Al
ver a las muchedumbres, se compadecía de
ellas, porque estaban extenuadas y
abandonadas, «como ovejas que no tienen
pastor». Entonces dice a sus
discípulos: «La mies es abundante, pero
los trabajadores son pocos; rogad,
pues, al Señor de la mies que mande
trabajadores a su mies». |
† Mt 9, 36-38 10, 1- 8 |
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† « Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro y al esclavo como su amo. Si al dueño de casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse. Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: valéis más vosotros que muchos gorriones. A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos. |
† Mt 10 - 24-33 |
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† «Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos». |
† Jn 15 - 8 |
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La Iglesia es jerárquica y carismática, no es una organización democrática. Jesucristo nos dice que pidamos obreros para su mies, personas que amen a Cristo. No exigir a un sacerdote lo que no nos exigimos a nosotros mismos. Pedirles que se levanten cuando caen, que luchen por su conversión continua.
El
discípulo
debe
trasmitir
lo que
enseña
el
maestro. |